2. Es Mejor Hablar Claro Que Bonito

El arte de hablar claro

Comunicar con honestidad, respeto y propósito

Hablar claro no es simplemente decir lo que uno piensa sin filtros. Tampoco es disfrazar la sinceridad de franqueza brutal. Hablar claro es un arte que requiere equilibrio, inteligencia emocional y, sobre todo, respeto por uno mismo y por los demás.

En este blog abordaremos dos aspectos clave de este tema:

1.    La diferencia entre sinceridad, claridad y agresividad.

2.   
La importancia del contexto y la empatía en la comunicación clara.

Además, incluiré reflexiones personales y ejemplos reales que ayudarán a aterrizar el tema desde una perspectiva humana y cotidiana.

1.
Sinceridad ≠ Claridad ≠ Agresividad

Uno de los errores más comunes en la comunicación es confundir la sinceridad con la agresividad. A veces escuchamos frases como:

“Yo soy así, digo las cosas como son, al que le guste bien y al que no, también.”

Esto, aunque puede sonar auténtico, encierra una actitud defensiva y, muchas veces, una falta de habilidad para comunicar con asertividad.

La sinceridad es valiosa, pero necesita ir acompañada de claridad (que implica organización del mensaje y respeto por el otro) y de empatía (ponerse en el lugar del interlocutor).
Decir “eso que llevas no te queda bien” puede ser sincero. Pero decir “creo que ese color no resalta tanto como otros que te he visto” es igual de honesto, más claro y mucho más empático.

🔹 Ejemplo práctico
Un jefe le dice a su empleado:

“Tu presentación fue un desastre. No conectaste con nadie.”
Eso es agresividad.
Ahora veamos una forma clara y asertiva:
“Tu presentación tenía buena información, pero noté que el público se desconectó en algunos momentos. Tal vez podrías usar ejemplos más cercanos al equipo o hacer pausas para interactuar.”

Una comunicación clara transforma un posible conflicto en una oportunidad de mejora.

2.
El contexto y la empatía como aliados de la claridad

Hablar claro no significa hablar siempre de la misma forma. El cómo, el cuándo y el dónde también comunican.

El contexto lo cambia todo

No es lo mismo decir algo en público que en privado. No es igual hablar con un amigo que con un desconocido, o con un niño que con un adulto mayor.

Una frase como:

“Esto no está bien hecho.”
Puede parecer neutra, pero si se dice delante de otros compañeros, puede humillar o generar tensión.

📌 Recomendación práctica: Antes de hablar, hazte estas preguntas:

·       ¿Qué quiero lograr con lo que voy a decir?

·       ¿Es el mejor momento para decirlo?

·       ¿Estoy cuidando el bienestar del otro?

La empatía no es suavizar la verdad, es humanizarla

Hablar claro implica ser conscientes de que nuestras palabras tienen impacto. No se trata de decir lo que el otro quiere escuchar, sino de transmitir el mensaje con cuidado.

🔹 Caso real
Una profesora universitaria me contó que, al corregir ensayos de sus alumnos, solía escribir:

“Este argumento es pobre, deberías mejorar.”
Pero notaba que los estudiantes no corregían ni preguntaban.

Probó cambiar su enfoque:

“Este argumento puede enriquecerse si consideras otros puntos de vista. ¿Qué tal si incluyes este ejemplo que mencionaste en clase?”
El resultado fue inmediato: más participación, mejores ensayos y un ambiente de confianza.

Reflexión personal

Durante años creí que hablar claro era una cuestión de valentía. Pensaba que las personas que decían las cosas sin rodeos eran fuertes, y las que se cuidaban al hablar, débiles. Hasta que entendí que la verdadera fortaleza está en comunicarse sin herir, sin imponer y sin callar lo que importa.

Aprendí a decir “no puedo ayudarte ahora” en vez de inventar excusas. Aprendí a expresar una crítica con ejemplos y soluciones, no solo con juicios. Aprendí a escuchar antes de responder. Y, sobre todo, aprendí que hablar claro es también un acto de amor propio.

Conclusión: hablar claro es construir, no destruir

En resumen, el arte de hablar claro no se basa en hablar mucho ni en hablar fuerte. Se trata de elegir las palabras adecuadas, en el momento adecuado y con la intención adecuada.

No siempre es fácil. A veces implica incomodar, otras veces aceptar que no tenemos todas las respuestas. Pero el beneficio a largo plazo —relaciones sanas, entornos más humanos, autoestima fortalecida— lo vale todo. 

 

gracias por visitar El Arte de Hablar claro

por Azael Aguilar Najera




Les dejo un video de una reflexión 

sinceridad o agresividad  y otro de la importancia de la empatía.




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